Dueño de una de las coloraciones más sugestivas de la época otoñal es el Arce del amor (Acer ginnala), este precioso ejemplar de Asia oriental se cubre de un color naranja rojizo por toda su copa.
El mejor lugar donde ubicar al Arce del amor es una zona soleada o semisombra, sobre terrenos que no se encharquen, aunque no es demasiado exigente con las características del suelo.
Los arces se reproducen a través de semillas estratificadas previamente o mediante injertos. El proceso de las semillas de arce del amor es lento pero satisfactorio, y hará de tu árbol una planta muy resistente a plagas y cambios de temperatura, tan fuerte como el amor verdadero. En general, el crecimiento de esta especie se considera rápido.
En Japón es muy apreciado como especie útil para bonsái.
Deja un comentario