

La valeriana es una planta perenne común en bosques húmedos y junto a corriente de agua a la que se atribuyen propiedades medicinales que afectan al sistema nervioso.
La planta de valeriana se puede sembrar desde semilla y tiene propiedades medicinales (rizomas, raíces y estolones). Tiene un tallo simple de hasta 1 metro 20, con hojas pinnadas y dentadas. Las flores de la valeriana oficinal o medicinal surgen de un bello y denso corimbo en primavera y verano, de colores pálidos y rosados.
Anteriormente clasificada dentro de la antigua familia Valerianaceae, reclasificada en la familia Caprifoliaceae, es una planta perenne que crece en climas templados de Europa y Asia, especialmente en bosques húmedos
La humedad es un factor importante en el cultivo de plantas de valeriana, ya que necesita humedad constante para desarrollarse exitosamente. Con riego abundante y luz solar no es nada complicada de mantener.
El mejor momento es a finales de invierno y comienzos de primavera. Utiliza un sustrato apto para semilleros y con buen drenaje, pero que mantenga la humedad, la turba mezclada con perlita puede ser una buena opción.
Mantén húmedo el sustrato y coloca 2-3 semillas en hoyos separados 5-10 cms entre sí.
Coloca el recipiente en un lugar iluminado sin sol directo. Puedes utilizar un film de plástico transparente para cubrir el recipiente y que mantenga la temperatura y humedad hasta que germinen.
Cuando las plántulas sean lo suficientemente grandes como para poder manipularlas, separa cada una en una maceta diferente o siémbralas directamente a tierra, con una separación de medio metro entre ellas.
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