Chía - 150 semillas

(Salvia hispanica)

2,35 €

Impuestos incluidos

Nativa de México, la chía se ha popularizado por la alta concentración en ácidos grasos omega 3 que tienen sus semillas. Las semillas son ricas en mucílago, una sustancia viscosa que las envuelve para ayudar a la germinación reteniendo agua. En México, este líquido gelatinoso que forma el mucílago, saboriza zumos y bebidas refrescantes. También se puede moler y hacer panes, galletas, etc.

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Descripción
Detalles del producto

Chía

Otros nombres: Chan / Salvia mexicana

La Chía (Salvia hispanica) es una planta anual con hojas opuestas de 4-8 cms de longitud por 3-5 cms de anchura. Las flores, hermafroditas, brotan de los ramilletes terminales, son de color blanco y tonos púrpuras. Para fructificar necesita situarse a pleno sol.

Pleno sol

Riego bajo

1 metro

No resiste heladas

Zonas 8-11

Sembrar en primavera

Florece en verano

semillas de chia para sembrar

Cómo sembrar semillas de Chía

La germinación de las semillas de Chía es generalmente rápida, a partir de 2 semanas. Siembre las semillas directamente en un semillero o en macetas individuales. Opcionalmente puede introducirlas en agua tibia durante unas horas para hidratarlas más rápidamente. Utilice un sustrato adecuado para semillas, espárzalas superficialmente y cúbralas de una fina cada del tamaño del grosor de la semilla, a continuación humedezca el sustrato con un pulverizador de agua, no deje que la superficie se seque. Recuerde que el sustrato debe estar humedecido previamente.

Coloque los recipientes en un lugar con una temperatura en torno a los 20ºC, o en el exterior si han pasado ya las heladas invernales.

Colóquelas en un lugar en el que tengan mucha claridad e incluso podrían tolerar el sol, necesitan de luz solar para nacer y crecer sanas. Un film de plástico transparente puede ayudar a mantener la temperatura, la humedad y a evitar que aparezcan plagas, pero cuidado, porque si no se airea a diario pueden aparecer hongos.

Trasplante las pequeñas plántulas a macetas individuales cuando sean lo suficientemente grandes como para manipularlas.