Inauguramos el blog hablando sobre cómo germinar semillas y consejos para tener éxito. En próximos artículos hablaremos de otros aspectos que vienen muy bien saber.
Consejos para germinar semillas
Para que una semilla comience a germinar, esta debe recibir un aporte de agua que la hinche y reviente su cubierta. Por lo tanto, introducirlas en agua tibia durante 12-24 horas (depende de la especie) suele dar mejores resultados que la siembra directa. Además, puede aprovecharse de paso para lavar las cubiertas de las semillas de posibles microorganismos que puedan presentar.
La temperatura primaveral por lo general beneficia la germinación. Sin embargo, cada especie tiene un rango de temperaturas idóneas: desde los 8-18ºC en climas templados y desde los 15-25ºC en climas cálidos.
Las semillas de pequeño calibre requieren de luz, ya que disponen de pocas provisiones para alimentarse en comparación con las de mayor tamaño. Es el caso, por ejemplo, de las semillas de Paulownia tomentosa, o las de Abedul. En estos casos, es mejor utilizar luz natural (no sol directo), pudiéndose utilizar también luz artificial con cuidado de no sobrecalentar las semillas.
La profundidad de siembra es un factor que no debe olvidarse a la hora de sembrar. Las medidas que se manejan, en la mayoría de casos, es sembrar a una profundidad no superior al diámetro de la semillas. Enterrarlas a demasiada profundidad mantiene a las semillas en estado latente y estas no brotarán. En cambio, dejarlas demasiado superficiales puede aportarles un exceso de luz, resecamiento y el riesgo de que los animalillos acaben con ellas. El oxígeno y el CO2 también intervienen en la activación de las enzimas de la semilla.
Hablaremos de periodos de siembra, estratificación en frío y otros temas relacionados en sucesivas entradas del blog. Si te ha gustado comparte con tus amigos/as y déjanos un comentario.
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