Fresas silvestres Rügen - 50 semillas

Una variedad de fresa alpina que se destaca por su resistencia y adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas. A diferencia de las fresas comunes, esta especie produce frutos pequeños pero muy concentrados en sabor, con un aroma intenso de fresas silvestres. Las plantas, de crecimiento compacto y hábito rastrero, forman matas densas que no suelen superar los 20-30 cm de altura, lo que las hace perfectas para bordes de jardín, terrazas o balcones. Además, es una planta perenne que puede autopolinizarse, lo que facilita su cultivo. Su follaje verde brillante y sus delicadas flores blancas la convierten en una opción ornamental, ideal para combinar funcionalidad y belleza en espacios reducidos.

Cómo sembrar semillas de Fresas silvestres

Prepara una tierra para macetas que sea bien drenada y rica en nutrientes.

Llena macetas o bandejas de semillas con la tierra, dejando un espacio de 1-2 cm desde el borde superior.

Distribuye las semillas de fresas sobre la superficie de la tierra, asegurándote de dejar al menos 1 cm de distancia entre ellas.

Presiona ligeramente las semillas con la mano o una tabla para que queden en contacto con la tierra, pero sin enterrarlas demasiado.

Cubre las macetas o bandejas con plástico transparente o una tapa para mantener la humedad, creando un ambiente propicio para la germinación.

Coloca las macetas en un lugar cálido con luz indirecta, evitando la exposición directa al sol, ya que podría secar el sustrato rápidamente.

Revisa periódicamente la humedad de la tierra y riega cuando sea necesario para mantenerla húmeda, sin permitir que se seque por completo.

Las semillas suelen germinar en unas pocas semanas. Cuando aparezcan las plántulas, retira el plástico o la tapa.

Una vez que las plántulas desarrollen dos o tres hojas verdaderas y estén lo suficientemente robustas, trasplántalas a macetas individuales o directamente al jardín.

Foto por Jörg Hempel (CC BY-SA 3.0)