Las semillas, desde su germinación, se enfrentan a una serie de obstáculos para sobrevivir que pueden acabar con ellas, siguiendo algunas pautas podemos ayudarlos a prevenir sus futuros problemas.

1. Cambios de ubicación

No hagas cambios bruscos en su ubicación, si las semillas germinan a la sombra y, de golpe, pasas a colocarlas a pleno sol, no resistirán y se secarán, e igual con cambios de temperatura entre el interior y el exterior de la casa. En la medida de lo posible, el cambio debe ser progresivo.

2. Insectos

Si las atacan los insectos acabarán con ellas o las dejarán dañadas, un recipiente de plástico reutilizado con orificios, sobre las pequeñas plantas puede protegerlas.

3. Sequía y encharcamiento

Con un sistema de raíces aún tan pequeño y creciendo en recipientes pequeños, las nuevas plantas son más vulnerables a la sequía y al encharcamiento. Comprueba la humedad del sustrato antes de volver a regar, si, introduciendo los dedos en este, notas que está húmedo probablemente sea suficiente, sino hay que regar.

4. Forma de regar

El riego o con pulverizador de agua o por debajo de la maceta. Un chorro de agua como el que cae de una botella o una manguera, si cae directamente sobre las semillas, puede moverlas lo suficiente para dañarlas.

5. Hongos

Los hongos perjudiciales son también un gran enemigo, lo mejor es prevenir su aparición aplicando fungicidas líquidos o en polvo para evitar que se desarrollen en nuestras jóvenes plantas.