Frente a sembrar semillas en el exterior, sembrarlas dentro de casa o en un invernadero presentan una serie de ventajas que hay considerar antes de nada. Para nosotros las ventajas de sembrar un semillero en casa son las siguientes:

Descontrol vs control

Germinando semillas en casa puedes controlar las condiciones ambientales en las que crecerán de principio a fin, permitiéndote sembrar hasta en las épocas más adversas del año.

En el exterior, lo más común es que la tierra sea la misma para todas las plantas. Por ejemplo, en casa puedes elegir un sustrato específico para las semillas que vas a sembrar o mezclar uno tú para que se adapte mejor a las plantas, haciéndolo más poroso, más nutritivo…

sembrando semillas en maceta

 

En casa, los semilleros se pueden colocar junto a la ventana de la habitación más cálida de la casa, sin sol directo, en una terraza acristalada. También, se pueden mover sin problema para acercarlos a un radiador si necesitan más calor. La temperatura media del interior de una casa suele ser adecuada para la mayoría de especies de plantas. En el exterior, las condiciones son más difíciles de modificar.

Un film de plástico, una tapa transparente, un plástico de invernadero…permiten mantener la humedad de un semillero de manera más constante que en el exterior; estos los protegen de lluvias que los dañarían y de los cambios bruscos de temperatura.

En el exterior acechan las plagas, que las puedes controlar, pero no de forma tan fácil como en casa o invernadero. Además, teniéndolas cerca, inevitablemente, las revisas más a menudo.

Y hasta aquí te mostramos las ventajas de sembrar un semillero en casa. Esperamos que pruebes la experiencia, ¡estamos seguros que la disfrutarás!


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