Si algo caracteriza a la naturaleza es su capacidad de adaptación y supervivencia, y esta es justo la clave de la aparición de las plantas carnívoras.

El primer estudio sobre este tipo de planta nos llegó de la mano de Charles Darwin en el año 1875. Ahora, se estudian y se conocen más de 600 especies de plantas carnívoras o insectívoras de diferentes áreas geográficas y climáticas, sobre todo están presentes en Asia, América y Australia.

A pesar de estas grandes diferencias, se sabe que, todas ellas empiezan a alimentarse de insectos y arácnidos a raíz de un suelo pobre en nutrientes. Surgen, por tanto, de un intento fructífero y exitoso por conseguir todos los requerimientos nutricionales para su desarrollo, puesto que no se los proporcionaba su propio hábitat.

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Con una misma base genética, cada una de ellas emplea una técnica de captura diferente. Una de las plantas carnívoras más conocidas en el mundo es la Venus Atrapamoscas (Dionaea muscipula); esta planta captura a sus presas de un modo espectacular, a través de unas trampas ubicadas al final de cada hoja. Estas trampas cuentan con unos bellos sensitivos en su interior que, si son tocados por la presa, en un período inferior a 20 segundos, activan la trampa y el insecto o arácnido queda atrapado dentro de ella.

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La Sarracenia, otra de las conocidas plantas carnívoras, utiliza otro método de captura. Esta planta cuenta con unos jarros alargados y verticales con una cavidad en su interior. En esta cavidad está presente una secreción de néctar infalible, junto con su olor y color, para atraer a sus presas. Una vez el insecto o arácnido es atraído por este néctar y accede al interior del jarro de la Sarracenia, no podrá volver a salir y la planta producirá diferentes enzimas para digerirlo.

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Estas dos especies, Sarracenia y Dionaea, pertenecen a especies carnívoras de climas no tropicales, más sencillas de cultivar y más extendidas en el mundo por ello. Además, también pertenecen a esta categoría especies como la Drosera o la Darlingtonia. Si quieres iniciarte con este tipo de plantas, estas cuatro son las mejores elecciones.

Por otra parte, las plantas carnívoras de climas tropicales son un poco más difíciles de cultivar por los requerimientos que necesitan, mucha humedad y temperatura cálida constante. En general, se suelen cultivar en terrarios especies como Nephentes o la Pinguicula.

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