La piel de plátano contiene, entre otros minerales, fósforo y potasio, nutrientes muy importantes para el crecimiento de las plantas y la formación de flores y frutos.
Es un residuo que se genera en cantidad en una casa y que, en lugar de desecharlo, podemos aprovechar las cáscaras para fertilizar y dar vida a nuestras plantas.
Si tienes una compostera en casa, puedes echar la piel directamente en la compostera, aunque ya sabes que el proceso en este caso es lento, o acelerarlo troceando las pieles antes y dejándolas en agua durante 48 horas antes de echarlas a la compostera. Además, esa agua que ahora habrá adquirido un color marrón, la puedes utilizar para regar.
Piel de plátano para las plantas, ¿cómo utilizarlas?
Si no tienes compostera puedes enterrar bajo tierra los trozos sólidos de la cáscara del plátano para que vayan descomponiéndose y liberando los minerales.
Pero hay un método más rápido para aprovechar las pieles de plátano para las plantas, esto es troceando las pieles y cociéndolas durante 10-15 minutos en medio litro de agua. Esa agua, que podríamos llamar el té de plátano, está rica en nutrientes que nuestras plantas pueden aprovechar ya, solo hay que dejar enfriar y diluirla añadiendo la misma cantidad de agua.
Las plantas nos lo agradecerán, pero no abuses de este fertilizante, como mucho ha de utilizarse una vez al mes, especialmente durante la primavera.
¿Vale cualquier plátano?
Son mejores los de la piel o cáscara más madura, esos plátanos que están ya casi “pasados”, en lugar de los más verdes.
Otras opciones para aprovechar las cáscaras de plátano
Si quieres evitar el mal olor, y tampoco te corre prisa, puedes secar las pieles de plátano al sol, sobre una malla que transpire, luego ya secas se trocean en partes muy pequeñas (puedes utilizar un molinillo), y se pueden esparcir alrededor de las plantas (mejor cubiertos con un poco de tierra) y regando abundantemente a continuación para que empiecen a liberar los nutrientes hacia las raíces de las plantas.
Muy bueno gracias