Aunque sembremos las semillas a la profundidad adecuada, a veces con el riego puede que las semillas salgan a la superficie o acaben más enterradas de lo que deberían, por eso se debe tener especial atención con el riego superficial, que de hacerlo debe ser muy fino, o regar colocando el semillero sobre una bandeja con agua y que este se empape por capilaridad, sin mover las semillas.

Humedecer los semilleros antes de sembrar

Antes de sembrar las semillas el sustrato ya ha de encontrarse húmedo, durante la mezcla del mismo podemos ir añadiendo el agua poco a poco para que se empape bien, pasado un tiempo, cuando está totalmente húmedo, se escurre el exceso.

Los bloques de sustrato de fibra de coco que se encuentran compactados necesitan más tiempo que los demás para hidratarse por completo, al menos un par de horas, e ir desmenuzándolos a mano.

Cómo regar los semilleros

El riego de los semilleros que contienen semillas pequeñas ha de hacerse por capilaridad o con pulverizadores de agua muy fina. Para regar por capilaridad colocamos los semilleros sobre una bandeja con agua de la que poco a poco irán absorbiendo el agua de abajo a arriba, así las semillas no se mueven de su sitio ni acaban más enterradas de lo que deberían si un chorro de agua las golpease desde arriba. Cuando el agua llega a la superficie del semillero (se nota tanto al tacto como por el cambio de color) es momento de retirar el agua de la bandeja, no dejarla con el agua sobrante, y dejar unos minutos que escurra el exceso.

Las semillas pequeñas pueden moverse con el riego, con el riesgo de quedar más enterradas de lo que deberían o al descubierto

El riego de los semilleros con semillas grandes sí puede hacerse directamente sobre la superficie con una regadera o un pulverizador, o regarlos también por capilaridad como los anteriores, por el menor riesgo de desplazamiento de la semilla, pero con cuidado de que no vayan a quedar al descubierto, sino la semilla se secará.

En el caso de regar por la superficie, debe hacerse de forma uniforme, no centrarse solo en un punto, para humedecer todo el recipiente.

Cuándo regar las semillas

Durante todo el proceso de germinación el sustrato ha de mantenerse siempre húmedo, sin llegar al encharcamiento, quedarse sin humedad podría ser fatal para las semillas si se encuentran en una fase clave como esta. Por tanto, riega con tanta agua como necesite para estar húmedo sin que se acumule el agua.

La periodicidad del riego va a depender de las condiciones atmosféricas o del invernadero, por lo que la clave es observar diariamente cuándo el semillero comienza a secarse y establecer un patrón de riego.

Cuando las plántulas ya están establecidas no es preocupante regar por la superficie como en la imagen, pero cuando aún son semillas no es nada recomendable regar de esta manera