Conseguir hacer crecer plantas desde semillas es de lo más económico, divertido y gratificante, a la vez es un desafío que requiere de aprendizaje. Evita cometer los errores comunes al cultivar semillas, que nosotros ya hemos cometido, y aumenta tus posibilidades de éxito sembrando semillas.

Iluminación insuficiente

Es habitual no aportar suficiente iluminación cuando las semillas germinan, las jóvenes plantas necesitan mucha luz para crecer sanas y fuertes. Necesitan ubicarse en el lugar más iluminado de la casa, como la ventana más al sur, una terraza o un patio. Considera usar luz artificial para aportarles toda la luz que necesitan, en el mercado existe gran variedad de iluminación especialmente diseñada para el crecimiento de plantas.

Semillas creciendo con luz artificial

¿Qué ocurre cuando las semillas no tienen suficiente luz? Que a pesar de brotar crecerán muy altos y delgados, buscando más luz, y se dañarán más fácilmente al ser más frágiles. Si esto ya te ha ocurrido aún podrías salvar algunos trasplantándolas y cubriéndolas de sustrato hasta la mitad del tallo.

Exceso o déficit de agua

Como las plantas son más delicadas cuanto más jóvenes son, hay que poner especial atención a este aspecto.

La mayoría de semillas necesitan que el sustrato en el que están sembradas se mantenga siempre húmedo, pero sin encharcamiento.

¿Cómo mantener húmedos los semilleros? Una buena idea es crear un efecto invernadero artificial, cubriendo el semillero o los recipientes de las semillas con un plástico o vidrio transparente para que mantengan la humedad constantemente hasta su germinación, aireándolos de vez en cuando.

¿Qué ocurrirá con las semillas si riego demasiado? Un exceso de humedad podría propiciar el crecimiento de enfermedades fúngicas, que dañarán las semillas o las plántulas.

Es mejor regar desde el fondo de los recipientes, para que el sustrato donde están las semillas absorba el agua desde abajo, por los orificios; esto es colocando una bandeja con agua bajo ellos y dejando que la absorban durante un tiempo, hasta que la humedad llegue hasta arriba, y luego vaciando la bandeja para que no haya exceso. Pulverizarlas con agua por arriba está bien, pero podría no empaparlas lo suficiente.

¡No dejes que las semillas se sequen! Revisa el sustrato cada día para ajustar cuál será la frecuencia de riego ideal.

Profundidad excesiva

La regla general es sembrar las semillas a una profundidad 1-2 veces el tamaño de la semilla, si tienes dudas, es mejor que queden poco profundas.

Sembrando semillas a mano en exterior

¿Qué ocurre si siembro las semillas demasiado profundas? Si te excedes en la profundidad de las semillas en el sustrato, estas podrían no brotar o podrían hacerlo, pero no alcanzar la superficie.

Algunas semillas requieren de luz para germinar, por eso éstas se siembran superficialmente, se presionan suavemente para que se adhieran al sustrato y se pulverizan con agua.

Existen algunos accesorios como estos, que ayudan a posicionar las semillas en su lugar y profundidad adecuada.

Buen sustrato

Tan buen sustrato les proporciones tan bien crecerán. No escatimes en un sustrato de calidad para semilleros, es uno de los errores comunes al cultivar semillas.

Una buena mezcla de sustrato para semilleros es el primer paso hacia el éxito

Puedes comprar un sustrato para semilleros ya preparado, o hacer la mezcla de sustrato ideal: una buena base de compost o fibra de coco, humus y arena de río. En otro artículo te explicamos los pasos para preparar un buen sustrato para semilleros.

Para recubrir las semillas la vermiculita es genial, este material mantiene la humedad, tiene buena aireación y permite que las semillas broten a la superficie sin dificultad.

Sobrecarga de espacio

No sobrecargues el espacio de semillas, es mejor sembrar pocas semillas en muchos espacios, que muchas en el mismo lugar, sino crecerán demasiado juntas y tendrás que desechar muchas de ellas.

Si tienes un espacio limitado, a la hora de trasplantar las semillas al jardín, o a macetas de mayor tamaño, quizás te de pena deshacerte de algunas y sentirás que estás desperdiciándolas, pero el resultado será un exceso de plantas, una cantidad de ellas que quizás no habías planeado mantener, y si están muy juntas, un crecimiento inadecuado que acabará marchitando algunas de ellas.

Cada especie de planta necesita un espacio entre ellas, según su envergadura, respétalo para tener plantas más sanas y mejores cosechas. En nuestra tienda, la ficha de cada especie indica la distancia mínima que ha de guardarse entre plantas. También existe un listado de plantas de huerto con la distancia ideal entre plantas.

Flujo de aire

Al hilo de la sobrecarga del espacio es importante la aireación, ya que una aireación deficiente provoca un peor desarrollo de la planta y un foco ideal para la aparición de plagas.

Tamaño de la maceta de antemano

Si vas a cultivar plantas en macetas, calcula de primera hora cuál será el tamaño ideal para la planta que quieres tener, no todas tienen los mismos requerimientos, a algunas les vale una maceta pequeñita y otras tienen unas raíces enormes que quieres extender hasta el fondo de una maceta profunda, conócelas de antemano.

¿Dudas con el tamaño de la maceta? Mejor pásate de tamaño, no le va a hacer mal, si crees que se va a quedar corta, hazte con una maceta de mayor tamaño. Y no te olvides de hacerle suficientes orificios en la base.

Plagas

Revisa las semillas y plántulas de vez en cuando para localizar las posibles plagas no deseadas. Éstas pueden llegar hasta en el delicado momento de germinar semillas.

Escasa temperatura

La temperatura de los semilleros también es un factor importante para germinar

Entre 18º y 23ºC germinan la mayoría de las semillas, pero no queremos que te quedes con este dato, infórmate de cuáles son las necesidades específicas de las especies que vas a cultivar, sobre todo si son especies poco habituales para ti, es uno de los más importantes errores comunes al cultivar semillas.

¿Cómo aumento la temperatura de los semilleros? Deja que lo haga la naturaleza en la época adecuada o… colócalos dentro de casa sobre un electrodoméstico que desprenda calor, y mejor aún, hazte con un semillero, invernadero o propagador calefactado.

Etiquetado (orden)

Usa etiquetas, palitos de madera o cualquier tipo de cartel que identifique lo que hay sembrado y cuándo se ha sembrado. Esto es necesario para saber cuándo se tienen que trasplantar o qué necesidades tienen.

Incluso si tienes experiencia, las semillas recién germinadas se pueden parecer mucho entre ellas y ser difícil de identificar hasta que sean plantas maduras. Si se mezclan puede ser complicado más adelante reorganizar las siembras.

Es un error sencillo de evitar, pero es uno de los errores comunes al cultivar semillas, parece obvio, pero etiqueta apropiadamente lo que siembras, lleva muy poco trabajo y te ahorrará quebraderos de cabeza.

Escarificación y Estratificación

¿Estrati qué? Algunas semillas como los arces o los pinos, necesitan que antes de sembrarlas pase el invierno por ellas, que no cunda el pánico, este proceso se puede simular artificialmente, sembrando las semillas en un recipiente hermético en la nevera durante algunas semanas.

A algunas semillas, las que tienen cáscara muy gruesa, les viene genial ser limadas superficialmente para que el agua penetre más rápido en ellas y germinen así antes de su tiempo habitual.

Otras pueden hidratarse en agua 12-24h antes de sembrarse para que se empapen de agua antes y se inicie la vida cuanto antes. Puedes leer más información sobre escarificación y estratificación de semillas.

Plantas sensibles más tarde

Trasplanta o traslada las plantas cuando las temperaturas lo permitan

No te precipites si en tu zona sigue habiendo heladas, las plantas jóvenes son sensibles a las heladas y si aún puede helar es mejor retrasar la siembra o el trasplante a cuando las condiciones sean idóneas.

Si tienes un lugar protegido o interior para cultivar plantas este no será tu problema.

Adaptación lenta

Si las plantas no han crecido en el exterior, necesitan que las ayudes en esta transición hacia el exterior. Comienza a exponerlas gradualmente durante un par de semanas a las condiciones exteriores, colocando las plantas al aire libre durante unas horas cada día.

¿Qué pasa si muevo las plantas al exterior sin adaptación? Podrías tener mucha suerte y que sobrevivieran y se adaptaran a la perfección, o podrías perderlas todas de golpe. Te aconsejamos no jugártela a una carta, las plantas jóvenes son frágiles y delicadas, los tallos que no han sido expuestos al aire exterior podrían partirse con las rachas de viento, o sus delicadas hojas quemarse por el sol en unas horas.

Si tienes cautela con ellas evitarás estos problemas, aclimátalas poco a poco y sufrirán menos daños con los cambios.

Registros

Llevar un registro de cuántas semillas de cada especie sembraste, cuántas germinaron, qué cantidad de agua usaste, etc. te ayudará año tras año a tomar mejores decisiones y desperdiciar menos tiempo y semillas en conseguir los mismos o mejores resultados

Llevar un registro del crecimiento de las semillas es a largo plazo una gran idea

Almacenar semillas para otro año

Si no siembras todas las semillas que tienes, es necesario conservarlas bien para que puedas utilizarlas en otro momento o reponer las bajas de tus primeros intentos.

Lo ideal es mantenerlas húmedas, con baja humedad y en la oscuridad.

En otro artículo de te hablamos de cómo conservar semillas en casa y cuánto duran viables.

Sigue intentándolo

¡No te rindas! Algunas especies son más difíciles que otras, pero no hay nada más satisfactorio que verlas crecer o probar sus frutos después de todo merece la pena, y aún más si lo compartes. Hazlo de cualquier modo, toma el control, cometerás errores, pero no deben frenarte, cada vez que lo intentes lo harás mejor, nosotros también fallamos, pero aprendimos muchas lecciones ¿te acompañamos en este desafío?


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